• «EL HUMEDAL, QUE YA NO ES MAS»

    Por CINTIA DGIORNO, vecina de San Atilio.

    En nuestro colectivo, en la memoria, en la identidad del barrio San Atilio se nos pega algún recuerdo de liebres y conejos, de pescas y ranas, de caminatas por matorrales verdes, de infancia y exploración.

    Muy lejos quedan ya esos recuerdos de un predio completamente perdido, alguna que otra foto, nos trae evidencia de que esos testimonios no eran sueños.

    Hoy día la decidía, la falta de controles, el manoseo de los recursos nos reúnen en otras historias: reclamos, expedientes, notas, grupos y asambleas que reclaman que nos DEVUELVAN EL HUMEDAL.

    El municipio «limpio» sigue jugando sucio ante la inoperancia de los organismos de control: OPDS, ADA, POLICIA AMBIENTAL, PARTE DE LA OPOSICIÓN DEL H C D que desoyendo los pedidos de informes y la exposición pública hacen caso omiso.

    EL BASURAL DE SAN ATILIO NO ES UNA FALACIA O UNA FANTASIA DE LOS HABITANTES… SON 21 HECTÁREAS USADAS DE MANERA ILEGAL, CLANDESTINA (a la vista de todos) por el Municipio de José. C. Paz, que no sólo está operando en un predio con clausura, sino que está atentando contra la salud pública de todo un barrio que absorbe los humos de las quemas, que se bebe los lixiviados y que además pierde su identidad…

    Un Municipio que no tiene secretaría ambiental, claramente diferenciada y de urgente importancia por lo que se ve a lo largo y ancho del distrito «postales por todos lados».

    Excasa o nula recolección…
    Sin cooperativas de reciclado…
    Un Municipio indiferente en materia verde.

    El basural de San Atilio ya se llevó la vida de un niño jugando en esa trampa mortal de pozos y huecos que arman con las excavadoras.

    Más de 5 años de ardua lucha, un Municipio que no tiene interés, y que subestima la organización vecinal.

    NO AL BASURAL EN SAN ATILIO POR UN ESPACIO VERDE.
    El espacio es derecho.
    El humedal es patrimonio paceño.
    Y recuperarlo es acaso una causa que debe unir a todo José. C. Paz en verdadera solidaridad…
    Reflexionemos.

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